Documento obispos. Consideraciones sociales, económicas y estructurales. Pacto intergeneracional.

«Las razones económicas y laborales se están convirtiendo en elementos fundamentales que determinan la construcción de las familias» (pag 58)

Recientemente los obispos españoles han compartido un discernimiento comunitario sobre la situación de España haga clic aquí para verlo

El documento consta de unas 100 páginas.

Compartimos aquí algunos extractos referidos a temas económicos, sociales y superestructurales (culturales)

«Este compromiso sin fecha de caducidad  [matrimonio] es claramente contracultural en una sociedad dominada por un modelo económico que inyecta provisionalidad, utilitarismo e individualismo por todas sus costuras» (pag 31)

«Las dificultades económicas aumentan la inseguridad en la duración de la unión matrimonial. Así y todo, el amor sigue resistiendo contra la crisis y los embates tanto populistas como neoliberales» (pag 31)

«Las condiciones laborales y el problema de la vivienda también contribuyen al retraso o, directamente, a la negación de la paternidad y maternidad» (pag 33)

«La invasión de Ucrania, las terribles destrucciones que comporta y la respuesta con presiones y sanciones económicas han puesto en cuestión la globalización económica y han provocado una crisis económica cuyas consecuencias aún no conocemos del todo. Todo esto hace necesaria una llamada aún más apremiante a un pacto social que tenga como como referentes la dignidad de cada persona, el apoyo a la familia y el bien común» (pag 35)

«La pandemia ha tenido un efecto muy negativo sobre las condiciones de vida de los hogares y ha truncado el lento proceso de recuperación del bienestar social que siguió a la crisis de 2008, con el consiguiente riesgo de cronificación de las dificultades económicas y sociales de las familias tras dos crisis tan seguidas» (pag 35)

«Las familias con situaciones de mayor pobreza y exclusión son las más afectadas por la crisis de la COVID-19» (pag 35)

«La pandemia de la COVID-19 ha remarcado la importancia que la vivienda tiene para el desarrollo de las personas y familias» (pag 35)

«Se ha puesto de manifiesto el grave problema del acceso a la vivienda en España que dificulta la creación y el desarrollo de la vida familiar. (pag 36)

«Faltan ayudas y sobran muchas trabas para el acceso a viviendas sociales» (pag 36)

«El derecho a la protección social de las familias. Las políticas de protección social tienen una prioridad ya insoslayable por la especial vulnerabilidad de los hogares con menores y jóvenes, que se confirma como un fenómeno estructural tras el periodo de crisis, recuperación económica y nueva crisis» (pag 36)

«La falta de empleo y de medios económicos para afrontar los gastos más necesarios —alimentación, suministros, vivienda, medicamentos, etc — entre las familias atendidas por Cáritas y, en general, por todas las familias en situación de pobreza, hace que estas familias tengan una mayor preocupación por los efectos de la pandemia sobre la economía y el empleo que por los efectos estrictamente sanitarios» (pag 36)

«Desde que comenzó la pandemia, un gran número de personas en exclusión han sentido muchas o bastantes veces agobio o estrés, preocupación por muchas cosas sin poder controlarla, tristeza o depresión. Esto ha derivado en uno o más ataques de ansiedad o pánico en muchas personas» (pag 36)

«La crisis de la COVID-19 ha evidenciado muchas debilidades en nuestro sistema sociosanitario. La desprotección respecto a la atención médica y social que están viviendo las personas mayores y sus familias se hace aún más palpable y extrema en los centros residenciales, donde se desvelan las carencias derivadas del modelo mercantilista de los cuidados» (pag 37)

«La pandemia también ha puesto de manifiesto los escasos recursos que existen para favorecer los cuidados en los centros residenciales y domicilios, causando la desprotección de las personas mayores y de quienes las cuidan, ya sean empleadas o familiares» (pag 37)

«Es necesario y urgente activar, ‘un hacerse cargo’ de la persona mayor en el lugar donde se desarrolla su vida. Todo esto requiere un proceso de conversión social, civil, cultural y moral. Porque solo así se puede responder a la demanda de proximidad de las personas mayores, especialmente de las más débiles y expuestas» (pag 37)

«Este hacerse cargo requiere alianza entre las familias, el sistema sociosanitario, la comunidad cristiana y todos los actores implicados en ayudar a la persona mayor a abordar la soledad, los problemas económicos, la falta de vínculos afectivos y la esperanza ante la muerte» (pag 37)

«Necesaria coordinación de las diversas iniciativas entre sí y con las Administraciones públicas, la apuesta por formas de acogida y solidaridad a largo plazo, la realidad de otros refugiados de otras guerras y de inmigrantes por crisis económicas ante los cuales, a veces, hay rechazo» (Pag 38)

«La crisis de la COVID-19 nos deja una profunda huella social que enlaza con la situación provocada por la recesión 2008-2013, que no fue plenamente resuelta en el siguiente periodo de recuperación. Una huella que se concreta en un aumento de las desigualdades y de la exclusión social, que amenaza con profundizar y hacer crónica la fractura social en los sectores más vulnerables» (pag 38)

«Esta nueva crisis ha intensificado procesos de deterioro social en marcha, como el aumento de la inestabilidad laboral, que incide también en la inseguridad de amplios sectores de la población ocupada, o la digitalización intensiva, que ha hecho visible un nuevo factor de exclusión en forma de brecha digital. La actual crisis de energías y la creciente inflación están agravando la situación» (pag 38)

"En unos casos se han introducido medidas provisionales (en el caso de la salud, la vivienda o la protección social) que sería necesario mantener de manera estable para el futuro, con las lógicas modificaciones» (pag 39)

«En otros casos, como el ingreso mínimo vital, las medidas han presentado un despliegue insuficiente que, al menos hasta ahora, ha limitado los efectos que se pretendían» (pag 39)

«Otra característica que impregna la cultura actual es el materialismo, que la convierte en una cultura del consumo y del mercado, que inclina a ver a las personas como clientes, productores o consumidores. Cada día es más difícil la experiencia de la gratuidad tan necesaria para el amor y la familia. También las relaciones humanas tienen un precio y se introducen en las coordenadas del consumo de satisfacción, coste. Como afirma Francisco es este un factor en el que se apoya cierta mentalidad antinatalista» (pag 50)

«La ideología proaborto (pro-choice) genera una praxis ultra individualista que ha sido abrazada acríticamente y es incoherente con quien quiere defender una ecología integral donde esté en el centro la vida humana en toda su diversidad» (pag 52)

«La LOMLOE avanza en la disminución del derecho de las familias a decidir el modelo educativo para sus hijos y en la incorporación de elementos ideológicos respecto a la antropología y la historia al tiempo que disminuye la importancia de asignaturas humanistas como la enseñanza religiosa escolar» (pag 55)

«Otras leyes aquí referidas incorporan propuestas educativas muy marcadas por las antropologías emergentes y reducen la libertad de los padres a la hora de aceptar o no esas propuestas formativas» (pag 55)

«La sostenibilidad del estado del bienestar y el desarrollo de las libertades ciudadanas requiere que la ciudadanía participe a través de organizaciones y empresas en la creación de lo público. No podemos dejar de decir que la escuela concertada es expresión de cómo la sociedad civil, con el apoyo del Estado, ofrece una propuesta de alto valor a la sociedad. Debilitar esa exitosa experiencia de colaboración es una agresión a las libertades cívicas y un empobrecimiento de la ciudadanía» (pag 56)

«Las razones económicas y laborales se están convirtiendo en elementos fundamentales que determinan la construcción de las familias» (pag 58)

«Crece el desarraigo: las nuevas condiciones del trabajo que obligan a muy diversos desplazamientos, las migraciones exteriores e interiores están provocando aglomeraciones urbanas donde es difícil el acceso a la vivienda, al mismo tiempo que en amplias zonas del país la despoblación es muy grande. La consecuencia inmediata de estos desplazamientos es que crece el desarraigo, la desvinculación» (pag 58)

«Algunas corrientes de la economía política, ya desde el siglo xvi, se basan en una idea a la vez sencilla e ingeniosa: para garantizar de forma automática la paz, la prosperidad y la felicidad —tres sueños inmemoriales de la humanidad— bastaría con abolir todo lo que, en los hábitos, las costumbres y las leyes de las sociedades existentes supone un obstáculo al juego «natural» del mercado, esto es, a su funcionamiento sin trabas ni tiempos muertos» (pag 58)

«La puesta en marcha de la economía liberal primero exige que se instituya, a priori de forma paradójica, una autoridad política con suficiente poder para acabar sin reparos con todos los obstáculos que la religión, el derecho y la costumbre oponen a la liberación plena del mercado y a su unificación sin fronteras» (pag 59)

«Estas razones económicas y laborales, junto con estilo de vida marcadamente individualista, se están convirtiendo en los elementos fundamentales que determinan la fundación de una familia y el número de hijos» (pag 59)

«Podemos considerar la infecundidad “no deseada” como una consecuencia por un lado de las nuevas tendencias en la organización familiar, entre las cuales una muy relevante ha sido la erosión del modelo familiar basado en un único sustentador; y, por otro, la ausencia de apoyo institucional a las mujeres madres que trabajan en el nuevo esquema de «doble sustentador» para poder soportar los gastos de la unidad familiar» (pag 59)

«Hemos resaltado muchas causas institucionales —económicas y políticas— en la deconstrucción antropológica, familiar y social que estamos padeciendo. Sin embargo, el nivel de conciencia institucional es muy bajo en la vivencia del compromiso social de los cristianos. El Concilio Vaticano II y la DSI insisten en definir en convocar a los fieles laicos a descubrir que la caridad política es el centro de su identidad y espiritualidad» (pag 67)

«Surgen compromisos aislados y voluntariados llenos de buena voluntad, pero falta redescubrir la militancia cristiana a favor de la verdad, la justicia y la paz en el servicio a los más pobres. La participación de los católicos en la vida pública en el ejercicio del voto y más allá de él es muy importante» (pag 67)

«Los condicionantes de los patrones demográficos son una combinación de factores económicos (regímenes de seguridad social, expectativas de estabilidad o movilidad futura, medios sanitarios, la vivienda y la ciudad, conciliación entre trabajo y familia) y los modos culturales de comprender la familia» (pag 73)

«Los cambios demográficos pertenecen al género de las políticas intergeneracionales de Estado o políticas a largo plazo. Ese cambio solo puede ser resultado de un gran pacto histórico entre todos los agentes implicados. Un pacto de esa naturaleza nunca se ha dado en España y todas las señales indican que estamos desgraciadamente muy lejos de poder alcanzarlo, principalmente porque la polarización es muy alta y la cultura de cooperación intersectorial es muy baja» (pag 73)

«Es urgente un cambio drástico en la cultura laboral, basado en la racionalización de horarios, el aumento de la productividad laboral y de la cualificación de los trabajadores, la reducción sustancial de la temporalidad de contratos, la flexibilidad por el teletrabajo y la protección de la maternidad y paternidad, y el salario familiar» (pag 74)

«Cambiar los patrones de comportamiento respecto a la natalidad requiere una gran transformación personal sobre el significado de la vida y el proyecto de vida buena y bien común. Y también una gran transformación de los modelos económicos y sociales que han ido modulando una antropología y una propuesta de familia y vida al servicio de los propios intereses alejados del bien común» (pag 74)

«Algunos posibles campos de acción:

– El desarrollo y reconocimiento social de la maternidad y paterni- dad, su protección y promoción en la vida pública.

– La equidad entre hombres y mujeres en el trabajo. Resaltar el valor del trabajo en el hogar, los cuidados domésticos y la corresponsa- bilidad de varones y mujeres en él.

– La implicación de la dimensión familiar en todas las políticas so- ciales.

– Condiciones laborales que favorezcan la crianza de los niños y el desarrollo de la infancia.

– El protagonismo familiar y social en todas las áreas del estado del bienestar.

– Especial atención familiar, social e institucional a los ancianos. Las residencias de mayores.

– La transformación de las ciudades para que tengan una escala más humana y vecinal.

– Las migraciones: trabajar en materia de cooperación internacional para que la emigración no sea forzada por las condiciones económi- cas o políticas. Favorecer la integración plena de los inmigrantes.

La España despoblada: participar activamente en la promoción de la repoblación con proyectos comunitarios, ecológicos y espiritua- les.

– Trabajar por una cultura política en la que sean posibles los pactos a largo plazo, especialmente un «pacto por la natalidad y la repo- blación».

– En los actuales diálogos sobre el ingreso mínimo vital o la renta básica universal, incorporar la perspectiva del salario familiar.

– Búsquedas teóricas y prácticas, desde la Doctrina Social de la Igle- sia, de una transformación del sistema económico que ponga en el centro la dignidad de la persona, la prioridad del trabajo sobre el capital, la lucha contra el hambre y la propuesta de un desarrollo humano y ecológico integral y el bien común universal» (pag 89)

«Una definición del bien común se encuentra en la constitución pastoral Gaudium et spes, 26: “El conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y fácil de la propia perfección”. Y añade: “La interdependencia, cada vez más estrecha, y su progresiva universalización hacen que el bien común se universalice cada vez más, e implique por ello derechos y obligaciones que miran a todo el género humano. Todo grupo social debe tener en cuenta las necesidades y las legítimas aspiraciones de los demás grupos; más aún, debe tener muy en cuenta el bien común de toda la familia humana”» (pag 90)

«La antropología (familia), la economía (empresa), la política y el derecho son elementos esenciales de las causas y potenciales soluciones de los retos globales, y están íntimamente interconectados. La complejidad, escala y urgencia de los retos globales requiere que esas cuatro disciplinas sean repensadas en profundidad» (pag 92)

«Algunas acciones para promover el bien común global

El bien común nunca está plenamente identificado en una sociedad, y no se define de una vez para siempre. Está en un proceso de discernimiento continuo. En esa búsqueda, el cristiano comparte con sus conciudadanos el deseo de alcanzar el bien, la perplejidad ante su complejidad, y la constatación de que nunca se llega a alcanzar del todo en esta vida. Algunas sugerencias en esta búsqueda:

– Leyes e instituciones jurídicas a nivel local y global que garanticen el pleno respeto a toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural y el desarrollo integral de las personas.

– Políticas públicas, a nivel local y global, orientadas a la consecución del bien común global frente a la promoción del interés general entendido solo como suma y resta de intereses particulares.

–Empresas, incluidas grandes corporaciones multinacionales, orientadas a la generación de las condiciones materiales necesarias para satisfacer las necesidades vitales de todas las personas que actualmente habitan el planeta, garantizando que su provisión no impida o dificulte que las generaciones futuras puedan satisfacer las suyas.

– Una sociedad civil que sea capaz de promover condiciones culturales que faciliten a todos los hombres alcanzar su plenitud en todas sus dimensiones: material, afectiva, psicológica y espiritual, y que esos mismos hombres se comprometan, a su vez, con el bien común. Colegios y universidades han de orientarse a la generación de conocimiento científico y a la formación de personas orientadas al bien, la verdad y la belleza.

– Cristianos que, guiados por el Espíritu y desde la escucha de los empobrecidos de la tierra, hayan descubierto su vocación a la construcción del bien común a nivel global, se hayan formado adecuadamente para ello y hayan adoptado el compromiso de entregar su vida entera a la promoción de los empobrecidos en el ejercicio de la caridad política» (pag 94)